ANALISIS CRÍTICO DE LA HISTORIA DEL TRABAJO SOCIAL




Segunda parte: El Trabajo Social en Latinoamérica

Una parte de la burguesía desea mitigar las injusticias sociales, para de este modo garantizar la perduración de la sociedad burguesa.
Se encuentran en este bando los economistas, los filántropos, los humanitarios, los que aspiran a mejorar la situación de las clases obreras, los organizadores de actos de beneficencia, las sociedades protectoras de animales, los promotores de campañas contra el alcoholismo, los predicadores y reformadores sociales de toda laya. (K. Marx)

De los asistentes sociales, al servicio social.

Antes de realizar nuestro análisis del Trabajo Social en Latinoamérica hay que tener en cuenta 3 aspectos importantes.

Primero que el trabajo social como profesión nace con el capitalismo industrial con el objetivo de apaciguar los conflictos de clases y paliar las condiciones de vida de los obreros y de las clases populares (esto lo revisamos en el artículo anterior)

Segundo El análisis que realizaremos no significa que en cada etapa existía una forma de ejercer la profesión, la historia no es lineal, pero en cada periodo había una forma de ejercer el trabajo social que era el predominante y es esta la que nos enseñan en la universidad.

Y por último que los procesos históricos que ha vivido Latinoamérica son distintos a los europeos y que los primeros han mantenido una dependencia económica por parte de los segundos.

Teniendo en cuenta esto pasamos a realizar nuestro análisis.





En Latinoamérica 1925 nace la primera escuela de servicio social producto de su dependencia copia o se inspira en el modelo Europeo paramédico y para jurídico.

En este periodo el eje de la actividad social se centraba principalmente en prestar ayuda material, y espiritual. Ofreciendo esperanza y resignación a las personas.

La profesión se caracterizaba por ser asistencialista y paternalista, ocultaban o mas bien no comprendían cual era la causa de todos los problemas sociales, llegando incluso a pensar que el problema se encontraba en el individuo.

Con la crisis del 29 en Latinoamérica se da comienzo a un nuevo modelo económico, el modelo desarrollista (ISI) donde se promueve la industrialización por sobre la importación.

El modelo desarrollista, influenciado por el modelo keynesiano, trajo consigo mas intervención por parte del Estado y un pensamiento lógico de progreso, es decir, que gradualmente avanzaríamos al desarrollo.

En este contexto en 1950 el servicio social postula que la caridad no funciona, que obrar desde las buenas intenciones es insuficiente, es necesario transformar la profesión de asistente social en una profesión más técnica y con una visión científica de la realidad. De este modo en las mallas se integran la sociología, antropología y psicología para que de este modo obtener una visión más amplia y científica de la realidad, viéndose influenciada por las corrientes de pensamiento estructuralista y funcionalista, donde se toman a los problemas sociales como anomalías, patologías de la sociedad.

La profesión debía unirse a esta idea de progreso y trabajar a favor de este, integrando a las personas al sistema, al proyecto de desarrollo.

Este pensamiento pasaba por alto el análisis profundo al sistema al cual querían integrar a las personas, no comprendían que el modelo desarrollista, es una fase del capitalismo, con otro patrón de acumulación y que es el mismo sistema el que genera las injusticias sociales.

Ninguno de los dos periodos de la profesión analiza a fondo la actual formación económico-social, y por ende ocultan las contradicciones del capitalismo. Muchos pensaban que estaban dando solución al problema, pero de forma conciente o inconsciente lo que hacían era trabajar para perpetuar un sistema que explotaba y empobrecía cada vez mas al pueblo, tratábamos de aminorar los problemas sociales pero que luego aparecerían mas agudizados.

La Reconceptualización que revoluciono al trabajo social.

En 1960 se respiraban aires de cambio en toda Latinoamérica, acababa de triunfar en 1959 la revolución cubana, los movimientos obreros y revolucionarios se encuentran en auge, en este contexto las profesión da un giro, se ve influenciada por pensamientos de izquierda y ya en 1960 nace un movimiento llamado reconceptualización el cual comienza a cuestionar las posiciones teóricas y prácticas de la profesión que se venían dando hasta ahora.

La reconceptualización devela el problema que existía entre la practica profesional y la política, hasta ahora la profesión ocultaba su carácter político, se mostraba neutral y apolítico, lo cual era una de las grandes mentiras, la profesión de trabajo social lleva implícito la política, ya que por un lado la acción profesional se centra en las personas y sus necesidades, que a la vez son producto de un sistema político-económico y por otro lado, reproduce las políticas del Estado, las que responden a ciertos intereses de clases.

El movimiento de reconceptualizacion fue el primero en ubicar a la profesión como uno de los tantos aparatos del Estado que tienen por objetivo apaciguar los conflictos sociales.

En este periodo de la profesión ya no se pretende resolver los problemas y necesidades de las personas con ayudas paliativas y asistenciales, ni menos insertarlos al sistema, ya que es este el que objetivamente divide a la sociedad en clases sociales (entre ricos y pobres, entre burgueses, pequeños burgueses y proletarios), por ende no podrían venir las soluciones del mismo sistema que a dejado a una gran mayoría en condiciones paupérrimas de vida. Sino que la única forma de acabar con la explotación u todas las injusticias de la sociedad, era destruyendo las bases que la sustentaban. De este modo el movimiento de reconceptualizacion adopta una postura critica respecto del capitalismo y se plantea objetivos de transfórmalo, concientizando, organizando y politizando a las clases populares y sus organizaciones. Al pueblo y a las personas que lo componen se les considerara, ya no como objetos, sino como sujetos históricos, capaces de transforma la sociedad.

Este proceso fue coartado por la represión y las dictaduras retrocediendo todo lo que se había avanzado.

El trabajo social y el Capitalismo neoliberal

Con las dictaduras en Latinoamérica se encarcelan, asesinan, se tortura y exilian a trabajadores sociales y se cierran la carrera en las universidades, todo lo que se había avanzado sufre un cruel retroceso.

El capitalismo en su fase neoliberal comienza a externalizar todo, se privatizan las necesidades básicas de las personas (la luz, el agua etc.), la política social comienza a ser focalizada, ósea, que apuntan a los más pobres de los pobres, donde estos tiene que competir entre ellos para lograr algún beneficio, también se externalizan las ayudas sociales traspasándoselas a privados, dando nacimiento a las ONGs.

La teoría con la práctica no se corresponden, nos enseñan educación popular, de agentes de cambio cuando en realidad solo estamos reproduciendo el sistema, respondimos a los intereses de la institución encontrándonos muchas veces en contradicción entre los intereses de las organizaciones benéficas, los intereses de los trabajadores sociales y los intereses del pueblo.

También definimos la realidad social y a las personas con conceptos como objeto, nuestra acción social con intervención profesional, como si fueran cosas sin conocimientos, sin sentimientos que tenemos que modificar. El concepto de cliente relacionado a lo mercantil, el neoliberalismo a plasmado nuestras practicas.

Los trabajadores sociales hemos estado buscando soluciones rápidas a los problemas de las personas, que al final se han resumido en parches, y no hemos apuntado a cambios estructurales del sistema, nos hemos olvidado de las enseñanzas de la reconceptualización quedándonos atascados sin poder avanzar hacia la construcción de un nuevo trabajo social.

Como estudiantes tenemos la tarea de avanzar a la construcción de una profesión que se ponga al servicio del pueblo y no de las clases dominantes y opresoras, reconocer que el trabajo social existe, porque existen clases sociales que son antagónicas e irreconciliables, y es nuestro deber luchar junto a los trabajadores por transformar este sistema.


Conclusión

En nuestro análisis histórico quizás no abordamos ciertos aspectos, o falto profundizar en hechos importantes, pero lo que se pretendió fue entregar los procesos históricos más relevantes que nos permitan realizar una lectura critica respecto a la historia de nuestra profesión, conocer como nace y el rol que cumple el trabajo social, que como superestructura política del capitalismo nuestra acción social se encuentra delimitada por la actual formación económica-social, esto no significa que sea algo que no se pueda cambiar e inmovible, muy por el contrario esta totalmente sujeto al cambio.

Para realizar prácticas que apunten a transformar la realidad (como tanto nos enseñan en la universidad que somos “agentes de cambio”), primero debemos desprendernos de las posiciones apáticas, acríticas y pasivas respecto a nuestra realidad social, por que trabajo social no solo se realiza desde las instituciones estatales reproduciendo sus políticas elitistas a cambio de un salario, también trabajo social se realiza y se construye en la practica, en las organizaciones obreras, campesinas y populares, trabajo social implica un verdadero compromiso con nuestro pueblo que va mas allá del intervencionismo estatal.

La realidad nos exige estudiar constantemente nuestra historia y la actual formación social, buscar un sustento teórico que guié nuestro quehacer es fundamental, las prácticas que deslegitiman o niegan la teoría conllevan a un activismo sesgado, que nos impide tener una visión amplia y clara de nuestra realidad social.

Hay que reconocer que en las universidades nunca nos van a enseñar practicas transformadoras, los cambios sociales no se pueden concebir desde una disciplina especifica como nos plantean en la universidad que los trabajadores sociales son agentes de cambio, sino que es el proletariado que por su condición objetiva que les impone el sistema, cargan con la responsabilidad y poseen la fuerza que transformara la sociedad, apoyados siempre por el pueblo pobre y los sectores mas progresista de la sociedad (estudiantes, intelectuales etc.), y es aquí donde cabemos nosotros, ya que por nuestra condición de estudiante o de profesional tenemos todo un bagaje de conocimientos y herramientas que debemos poner a disposición de la clase oprimida para su proceso de liberación y que solo como clase o perteneciente a un sector social que nos unimos a la construcción de un proyecto revolucionario que apunte a destruir la contradicción fundamental del capitalismo capital-trabajo y a su transformación, podemos desde ahí realizar una praxis transformadora, solo desde ahí y no desde las instituciones del Estado u ONG o como simples trabajadores sociales.