¿Educación o Mercancía?



En la actualidad y durante toda la historia hemos estado relacionados al concepto de Mercancía, que por lo demás tiene un carácter netamente económico puesto que es creada para la venta y no para el propio consumo; Marx la define “como el elemento básico de la vida económica en la sociedad capitalista y que puede ser expresada en Valor, de uso o de cambio”.

El Valor de uso de un objeto es su capacidad para satisfacer alguna necesidad humana, que además posee un Valor de cambio muy bajo, como por ejemplo el agua, mientras que el Valor de cambio es el valor que un objeto tiene en el mercado y que se mide en dinero, en términos puramente cuantitativos, ejemplo el diamante.


Lo que un trabajador social comprometido con su labor de “agente social de cambio” debería hacer, es el incentivar y acompañar a la gente de las masas populares en su organización, ya que buscamos generar herramientas para que el pueblo pueda crear su propia iniciativa, y así lograr beneficios para si mismos en lo que más se pueda, por que también debemos ser consecuentes al decir que esto es solo el comienzo, el crear concientización para que paulatinamente la propia gente logre grandes cosas, y donde nosotros transformamos nuestra profesión, en una “intervención”, que muchas veces impide los procesos de emancipación que buscamos fomentar en las masas populares.
Por decirlo de algún modo, nosotros estamos para apoyar las decisiones que toma la gente común y corriente cuando se organiza, y que busca generar grandes procesos de cambios estructurales e históricos, donde emergen actores sociales que buscan mejorar la realidad en la que nos vemos inmersos. Con esto tratamos de dar a entender que, no estamos solamente para brindar canastas familiares y beneficios monetarios o de subsidio, sino que también estamos para el servicio del pueblo, y tomando en cuenta aquello, también nos vemos en la obligación de dar a conocer, y de aceptar, que paralelamente con nuestra labor de trabajadores sociales, existen personas que ejercen una labor similar a la nuestra y que no disponen de un título universitario ni nada por el estilo pero que cumplen un rol como el nuestro en la sociedad, que desempeñan un trabajo social desde la cotidianeidad. Son esas personas de simple vivir que se organizan en poblaciones, fabricas, villas y comunas de todo nuestro país, aquellas personas que crean juntas de vecinos, sindicatos, centros de madres, hogares y que cumplen una labor activa en la sociedad, que en general, buscan simplemente ayudar a la demás gente (mayoritariamente) sin un fin lucrativo, y que con el tiempo logran grandes cosas desde lo simple que parece la labor que cumplen en su entorno más cercano, y para beneficio de la comunidad en la que se ven inmersas no solo por un bien individual, si no que más bien colectivo. Nosotros estudiamos 5 años en la universidad buscando desempeñar una labor de “actores de cambio”, pero al parecer se nos olvida que existen otras personas que ya cumplen desde antes con un trabajo sino profesional, similar al nuestro, en donde pareciera que quisiéramos llegar a reproducir un sistema (de manera conciente o inconciente) establecido por las clases dominantes, y que no es exactamente lo que buscamos día tras día, sino más bien el avanzar junto al pueblo y acompañando sus luchas, acompañar a estas personas que de la cotidianidad realizan trabajo social, ya que también somos parte del cambio que queremos para el futuro.