Inundaciones o Cuando la Pobreza se desborda en forma de agua



Andrés Bianque: Inundaciones o Cuando la Pobreza se desborda en forma de agua

Si Noé hubiese vivido en Chile, el mensaje divino hubiese sido distinto y de un plazo extremadamente corto.
No se necesitan cuarenta días ni cuarenta noches para anegar Chile. En sólo cuarenta y ocho horas, las cosas se humedecen a tal punto que todo se torna de un color líquido infernal.

En la década de los 80, mi padre, hombre robusto, fornido y de carácter emprendedor tuvo una idea que prendió como libro ante Nazi, a pesar de tanta agua a su alrededor.

Como a cinco cuadras de nuestra casa se ubica una de esas grandes arterias que recorren Santiago.
Mi padre ideó una armadura indestructible, impermeable y al parecer, también inexorable.
Tres bolsas de plástico negro, de aquellas que se usan para la basura, eran su indumentaria.
Ensillado de plástico sobre el dorso, (con dos bolsas, había que ser precavido) apertrechado de un par de botas de goma y un sugestivo gorro confeccionado también con las bolsas de basura (Otorgándole un cierto aire de doctor de ríos imprevistos o albañil de aguas torrentosas) se entregaba a la faena.



El asunto era simple, se ubicaba a la bajada de las paradas de buses y se ofrecía a cruzar a los que bajaban hacia el otro extremo de la calle. Calle inundada de piedras, ramas, hojas, mierda y basura. El color del agua, debo decirlo, era del mismo color de aquellos que manejaban el país.

La gente le preguntaba ¿Y cómo piensa pasarme hasta el otro lado? Y el respondía, sacándose su sombrerito de plástico. ¡Al hombro pue´, Dios mediante soy bien agrerrio´!

No sé si la gente creía en su tono decidido o era la imagen inocente de mi padre con su cara limpia chorreando lluvia en todo su semblante.
La gente aceptaba. Y ahí mi padre, con la increíble fuerza de la necesidad los levantaba como a simples niños y los cruzaba hasta el otro extremo.

Yo lo esperaba en un lado de la calle cual fiel escudero, empuñando sólo un añoso paraguas en una mano y en la otra un termo con tecito caliente.
Siempre perdí la cuenta a cuantos pasó, como si fuese un contrabandista de fronteras.
Mi viejo, arriesgando su propia integridad, tragándose cualquier asomo de orgullo.
Jamás vi que se le cayera un “pasajero” o pasantes o transeúntes o lo que fueran aparte de seres humanos. Era ducho en el arte de transportar personas.
Hubo inviernos tan buenos que amparados en el prestigioso sistema liberal imperante, fuimos expandiendo nuestras fronteras y recursos.

Mi padre se compró un triciclo, de esos grandes en los cuales cabe un canasto completo de pan. Es decir, de pie, por lo menos tres personas cómodamente paradas pueden viajar.
Y así fue, ahora pedaleaba con pierna firme por entre piedras y barro.
De a tres, hasta de a seis personas en un viaje y el triciclo se tambaleaba como un barco de papel sobre un mar venido desde el cielo.

Mi padre me repetía insistentemente que el no quería eso para mi, que yo tenía que estudiar, superarme, ser mejor que él, no pasar por las mismas desventuras, ni pellejerías que el había pasado. No tener que estar todo el día trabajando para llegar a la casa a trabajar en un río de injusticias, donde él, era sólo una gota más.

Y ese puente humano me pagó la educación, esa que supuestamente debía ser gratuita. A pesar de todo, me la pagó. Siempre que vi algún billete mojado en la casa pensé que no era por la lluvia sino por el sudor de mi padre.

Y es que el invierno invita a la poesía, a sentirnos más humanos, la falta de luz nos va ensombreciendo en cierto sentido la superficialidad. Incluso los más idealistas ven con otros ojos las citas en medio del abrazo de la lluvia. Muchos, otros más, sienten la lluvia como una bendición sobre sus cabezas...

Entonces, ¿Por qué no mojarse? ¿Por qué no disfrutar del orgasmo del viento y las nubes?

Mi madre, creo yo, tenía mucha razón;

El invierno es hermoso, pero sólo para los ricos. En invierno se nota más la pobreza, la pobreza se acentúa a niveles públicos alarmantes, ofensivos, las necesidades se multiplican.
Las goteras, las camas húmedas secadas a pura plancha, el frío mordiendo los huesos por doquier, se nublan los bolsillos, un aguacero de deudas golpea las ventanas.
Por las rendijas abiertas, el viento susurra desgracias.

Entonces, ¿Qué haces cuando se te mojan completamente los únicos zapatos que tienes? ¿O cuando se te moja el único traje que tienes? Y debes ir a trabajar al otro día con la misma ropa...
Para secar la ropa tienes que tener una estufa y eso funciona con dinero, entonces, una gran mayoría esperaran pacientes y esperanzados que la noche les seque la ropa. Andarán paseándose al otro día con los huesos húmedos. Y si se resfrían eso les demandará doctores, medicinas, ausencias laborales, es decir, todo será un gasto de dinero.

Ya no quedan árboles que talar, las chimeneas son para adornar y entibiar salones, no mediaguas, ni ranchas de pobres.

Después de oír sus palabras, como que todo me quedaba más claro.

Tan mal hechas estaban las calles que siempre en invierno pasaba lo mismo. Y eso que la Empresa Privada y el Gobierno (los Gobiernos) han hecho tremendos y significativos aportes en lo que a obras Públicas se refiere. Incluso, más de algún ministro de Obras Públicas, ante sus incuestionables aportes al área ha sido elegido presidente de Chile.

Y lo raro es que con índices macro-económicos tan espectaculares, varamos y nos anclamos en el mismo arrecife de cuentos, esperas y macanas de siempre una y otra vez.


A veces, la jornada para mi padre no era muy buena. La competencia era férrea y encarnizada. Como él, había hasta 15 hombres que ofrecían sus servicios de cruzado de calzada.

Mientras tanto, en la televisión, nuevamente, como en cada invierno emergía del agua el programa, “Chile ayuda a Chile” o “Chile Solidario”

“Cientos de damnificados en el Sur, aluvión arrasa pequeño poblado en la zona central, 3 muertos ante el derrumbe de un puente, un par de policías ahogados tratando de salvar a unos niños del río X, la represa hidroeléctrica abrió sus compuertas desatando una tragedia de proporciones.”

“Se necesitan urgentemente Alimentos no perecibles, ropa de invierno, frazadas, materiales de construcción, enviarlos por favor a: Iglesias, supermercados, municipalidades, consultorios etc.”

El sufrimiento de todo un pueblo puesto como un vulgar y mediocre reality.

En directo, para televisión nacional: ¿Señora que le pasó a usted?
El cauce del río creció y nos inundó la casa, se llevo todas nuestras cosas, mi marido está sin trabajo, tenemos dos niños.
Al mismo tiempo la cámara hace unos close-up acercamiento sobre sus lágrimas, aquellas que inundan más que todo el invierno junto.

Después la cara de circunspecto de algún figurín pidiendo con voz solemne ayuda para los damnificados (el mismo personajucho que sufre y ama por el presidente de turno)

Los auspiciadores pagan millones de dólares por aparecer en aquellos programas, mientras nos machacan hasta el cansancio que los chilenos somos increíblemente solidarios.

Tan solidarios que tenemos que arreglarle y taparle los hoyos de corrupción y oprobio al gobierno de turno.

Aún no entiendo como no privatizan la lluvia, la luna y el sol. Se evitarían bastantes problemas y las ganancias serían más jugosas que cualquier nube preñada de lluvia.

Han pasado casi 30 años desde aquella época en que yo acompañaba a mi padre, han pasado casi 15 desde que una pulmonía fulminante lo mató.
Al poco tiempo mi madre cruzó esa lluviosa calle oscura de la muerte para reunirse con él.

Y me quedé huérfano por segunda vez. He sido un huérfano social desde que nací en ese orfanato capitalista llamado Chile. Y he sido, junto a millones, no más que un bastardo, un paria, un excluido, un olvidado que sólo sirve para intereses mezquinos cada cuatro años.

Levanto la mirada, y allí viene otro bus repleto de trabajadores. Me abalanzo hacia la puerta del vehículo y entre muchos que allí están, ofrezco mis servicios.
¿Caserita, necesita que la cruce? Digo con el mismo tono de mi padre.
Y mientras cargo esta pesada cruz sobre mis hombros, alguien la llama a su celular.
Ella habla con soltura de cosas triviales, no me menciona ni de broma, yo miro las hojas que la corriente se lleva a otras poblaciones a otras calles como la mía.

Pienso en mi padre y mis lágrimas se mezclan con la lluvia.


Andrés Bianque.




Leer más...

COMUNICADO PUBLICO!

MARCHA LUNES 17 DE AGOSTO!

Leer más...

Marcha contra proyecto de ley


Las organizaciones sociales y estudiantiles de Temuco, convocamos a la comunidad regional a manifestarse en contra del proyecto de ley que restringe el legitimo derecho a la libertad de expresión de los ciudadanos y ciudadanas (Reunirse, manifestarse, etc.), a una marcha el día Lunes 17 de Agosto a las 12:00 en la Plaza del Hospital, además saldrá una marcha desde la Universidad de la Frontera Campus Andrés Bello a las 11:00.





IDA: Av. Francisco Salazar, Av. Caupolican (Plaza Caupolican Punto de conexión con 2 marcha), Portales, Bulnes,

VUELTA: Antonio Varas, Prat, Manuel Montt y Plaza Caupolican.

El proyecto de ley sobre manifestaciones públicas está en segundo trámite constitucional en la Cámara de Diputados, pues ya fue aprobada en el Senado. En el gobierno esperan que quede absolutamente tramitada en agosto, días antes que se registren los actos conmemorativos de septiembre y del golpe de Estado.




Esta Ley pretende criminalizar a quien desee manifestarse públicamente:
Entre las disposiciones que contempla se encuentra el castigo con penas de cárcel (541 días a 3 años) y multa de 4 a 8 UTM (entre 130 y 260 mil pesos) a quienes sean acusados de acciones “violentas”. Asimismo el proyecto de ley culpabiliza a los organizadores y convocantes de toda reunión o manifestación pública de los supuestos daños que los participantes causen. El texto dice que los organizadores y convocantes de una manifestación pública, que han comunicado a la “autoridad competente” la realización de una manifestación serán responsables de los hechos que ocurran durante dicha actividad, por lo tanto, se califican como conductas delictivas prácticas que no son conductas penales, como es el convocar a una protesta, y además se aumenta la sanción de un acto que en un contexto que no sea protesta, solo se considera una falta. Aun más, en caso de no haber una convocatoria oficial, serán responsables quienes “hayan llamado, a través de los medios de comunicación o por cualquier otro medio, a reunirse o manifestarse”, e incluso se culpará a aquellos que lideren o figuren en la cabeza de la manifestación de cualquier situación eventual durante la manifestación.



Las organizaciones aquí presentes sabemos que esta Ley pretende impedir convocar a cualquier manifestación. Al transferir responsabilidad de hechos no cometidos por una persona se busca también romper los espacios de unidad que hoy se han ido alcanzando al interior de movimientos sociales, sindicatos y confederaciones de trabajadores, movimiento estudiantil y mapuche, y abre las puertas para coartar y reprimir a cualquier expresión de desacuerdo con el Estado, el Modelo económico y el “orden” actual.

Esta ley es solo parte de un conjunto de prohibiciones que los sectores dominantes, empresarios, clase política, medios de comunicación entregan como respuesta al surgimiento de fuerzas sociales y caminos de unidad que el pueblo ha comenzado a transitar. Otro proyecto de ley que actualmente se discute en el parlamento prohíbe el uso de las Juntas de Vecinos para fines políticos. Lo anterior sumado a la ya vigente prohibición a los dirigentes sindicales de optar al parlamento, esto deja en evidencia que “la política” se convierte en propiedad exclusiva de la clase dominante.

El gobierno “progresista de Michelle aprovecha su gran “aprobación popular” NO para fomentar un “gobierno ciudadano” sino para agredir y desmoronar a los movimientos sociales que pudieran oponerse a cualquier medida gubernamental o de las clases dominantes.

KORDON POBLACIONAL TEMUKO
AGRUPACION DE MUJERES ACACIAS
FEDERACION DE ESTUDIANTES UNIVERSIDAD DE LA FRONTERA





Leer más...

Aprueban proyecto que endurece penas contra quienes participen en desórdenes en la vía pública


Aprueban proyecto que endurece penas
contra quienes
participen en desórdenes en la vía pública

La Sala de la Cámara de Diputados aprobó hoy el proyecto de ley del Ejecutivo (Boletín 4832) que, entre otras materias, penaliza con 3 años de cárcel a quienes provoquen desmanes con sus rostros cubiertos y presume responsables de las manifestaciones "aquienes hayan llamado, a través de los medios de comunicación o por cualquier otro medio, a reunirse o manifestarse".
La votación fue de 42 votos a favor y 29 en contra. El texto retornará al Senado, a tercer trámite, luego de que la Cámara le introdujera modificaciones.

Tras la votación, diputados socialistas, PPD y radicales, anunciaron en la Sala que recurrirán a la Corte Interamericana de Justicia porque el articulo 4, que presume responsables de los desmanes a los convocantes de una manifestación, contraviene las disposiciones de la Convención Americana de Derechos Humanos, conocida como Pacto de San José de Costa Rica.

El texto legal, que suscitó un extenso debate en la sesión de Sala de este jueves, formó parte de la llamada Agenda Corta de Seguridad Ciudadana contra la delincuencia, consensuada entre el gobierno y la oposición. En su transcurso, algunos parlamentarios oficialistas pidieron el retiro del artículo 4 del proyecto.

Encapuchados

El texto modifica el Código Penal para indicar que quien cometa un delito con el rostro cubierto, será castigado con una pena de reclusión menor en su grado medio (541 días a 3 años) y una multa de 4 a 8 UTM ($ 146.580 a $ 293.160).

El proyecto hace solidariamente responsables a los organizadores y convocantes de toda reunión o manifestación pública a realizarse en plazas, calles u otros lugares de uso público, de los daños que los participantes causen, a menos que hayan adoptado todas las medidas razonables para evitarlos.

La iniciativa agrega que los participantes en reuniones o manifestaciones públicas que causen daños a la propiedad pública o privada, deberán responder civil y penalmente de ellos. En los casos que los daños sean causados por menores de edad, sus representantes legales deberán responder civilmente.

Presunciones

El proyecto señala que, al no haber convocantes oficiales “se presumirá que son organizadores y convocantes de una manifestación pública, las personas que comunican a la autoridad administrativa competente la realización de dicha actividad de conformidad a las disposiciones generales de policía. En caso que no haya habido tal comunicación, se presumirá que los organizadores y convocantes de una reunión o manifestación pública, son las personas, naturales o jurídicas, que hayan llamado, a través de los medios de comunicación o por cualquier otro medio, a reunirse o manifestarse; o quienes coordinaron el lugar y tiempo de la reunión o manifestación; o lideraron, dirigieron, guiaron o estuvieron a la cabeza de la actividad el día de su desarrollo".

Ley de Seguridad Interior del Estado

La iniciativa legal modifica esta normativa para incluir entre las autoridades que pueden ser objeto de atentados constitutivos de delitos en contra de la seguridad interior del Estado, no sólo al Presidente de la República, Ministros de Estado, Senadores, Diputados, miembros de los Tribunales Superiores de Justicia, Contralor General de la República, Comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas y General Director de Carabineros, sino que también a los Ministros del Tribunal Constitucional, al Fiscal Nacional y a los fiscales regionales del Ministerio Público, al Director Nacional de la Policía de Investigaciones y al Director General de Gendarmería.

Código Penal

Entre los cambios al CP se indica que el Intendente de la Región Metropolitana ha tenido y tiene todas las atribuciones que dichas normas señalan respecto de la provincia de Santiago.

Asimismo, establece que los organizadores y convocantes de toda reunión o manifestación pública en calles, plazas y otros lugares de uso público, deberán adoptar las medidas para el adecuado y pacífico desarrollo de las mismas, respondiendo solidariamente de los daños que causen los partícipes, a menos que hayan adoptado todas las medidas razonables para evitarlos.

También establece la presunción de que dichos organizadores o convocantes no han adoptado dichas medidas, cuando incumplan las obligaciones impuestas por las disposiciones generales de policía.

Texto del cuestionado Artículo 4 del proyecto de ley:

“Artículo 4°.- Los organizadores y convocantes de toda reunión o manifestación pública a realizarse en plazas, calles u otros lugares de uso público, deberán adoptar las medidas para el adecuado y pacífico desarrollo de las mismas.

“Los organizadores y los convocantes responderán por los daños que se produzcan con ocasión de esas reuniones o manifestaciones, a menos que hayan adoptado todas las medidas razonables para evitarlos.

“Se presumirá que los organizadores y convocantes a reuniones o manifestaciones públicas han adoptado las medidas a que se refiere el inciso anterior, cuando cumplan las obligaciones impuestas por las disposiciones generales de policía.

“Se presumirá que son organizadores y convocantes de una manifestación pública, las personas que comunican a la autoridad administrativa competente la realización de dicha actividad de conformidad a las disposiciones generales de policía. En caso que no haya habido tal comunicación, se presumirá que los organizadores y convocantes de una reunión o manifestación pública, son las personas, naturales o jurídicas, que hayan llamado, a través de los medios de comunicación o por cualquier otro medio, a reunirse o manifestarse; o quienes coordinaron el lugar y tiempo de la reunión o manifestación; o lideraron, dirigieron, guiaron o estuvieron a la cabeza de la actividad el día de su desarrollo”.

Jueves 13 de agosto de 2009

http://www.camaradediputados.cl/prensa/noticias_detalle.aspx?prmid=35949


Leer más...

comunicado publico.


Otro asesinato del capitalismo barbarico.


“…Todos los días hay que luchar por que ese amor a la humanidad viviente se transforme en hechos concretos, en actos que sirvan de ejemplo, de movilización.”


Ernesto Che Guevara

La tierra vuelve a estar triste y derrama lágrimas por el nuevo asesinato que han dejado las fuerzas represivas guardianes del capital y de los poderosos del país, esta vez le toco al joven comunero Jaime Mendoza Collío de 24 años.

En esta lucha histórica que ha llevado el pueblo mapuche ya han quedado en el camino 3 valientes jóvenes luchadores asesinados en “democracia” por el estado chileno. Democracia que solo es para los burgueses del país quienes ganan millones y millones explotando a los trabajadores, mientras el pueblo apenas le alcanza para subsistir, democracia para el empresario y latifundista que a través del fuego, el engaño y sus leyes burguesas le han ido usurpando las tierras al pueblo mapuche dejándolos en la miseria.


Pero no solamente al pueblo mapuche les responden con fusil cuando reclaman por sus derechos, sino a todos los que nos vemos afectados por este sistema llamado capitalismo el cual se basa en la explotación del hombre por el hombre y en la mercantilización de nuestras necesidades y de nuestra propia vida, a todos los que luchamos por nuestros derechos y por construir una sociedad nueva y mejor se nos reprime, encarcela y elimina. Es cosa de ver como se reprimen las protestas de los estudiantes secundarios y universitarios, a los trabajadores del cobre, a los obreros de las forestales donde se asesino al trabajador Rodrigo Cisterna solo por luchar por mejoras salariales, etc.

Para el pueblo no existe democracia, solo miseria y la violencia institucionalizada, violencia legal para el Estado, pero ilegal para nosotros.
El comunero Jaime Mendoza, Alex Lemus, Rodrigo Cisterna y muchos mas han dejado de caminar por estas tierras, pero nos han dejado el camino que debemos sembrar.

Como jóvenes y estudiantes de trabajo social valoramos a los jóvenes que dan su tiempo y vida por transformar nuestra realidad, llamamos a la juventud de todos los sectores sociales a despertar de este sueño, a caminar juntos a nosotros por la liberación total de la clase oprimida, en nuestras manos esta la fuerza.

Cada día mas nos muestra la realidad que es urgente organizarnos y construir una corriente de estudiantes revolucionarios dentro de las universidades que posean una fuerza social capaz de colocarse al servicio del pueblo y de sus luchas e interferir en estos procesos, poner nuestros conocimientos y nuestra fuerza en apoyo del pueblo que esta luchando y dando su vida por un ideal.

¡A construir organización dentro de nuestros espacios, a elevar la conciencia del pueblo y a movilizar su descontento! El terrorismo de Estado no nos detendrá

Leer más...

Jaime Facundo Mendoza Collio, de 24 años, es mapuche asesinado por carabineros

Jaime Facundo Mendoza Collio, de 24 años, es mapuche asesinado por carabineros


Comunero murió producto de un letal disparo de Fuerzas Especiales de Carabineros mientras participaba de un proceso de recuperación de tierras en la comuna de Collipulli. Subsecretario del Interior, Patricio Rosende, dijo que “Las fiscalías ya han instruido a las policías de investigaciones para que se realicen todas las pesquisas que correspondan para establecer por completo el contexto en que se produjeron estos hechos y las responsabilidades involucradas”. Observatorio Ciudadano condena este nuevo episodio de uso de la fuerza por parte de agentes policiales del estado que resulta en la muerte de personas mapuche involucradas en la defensa de sus tierras.



Como Jaime Facundo Mendoza Collio, de 24 años de edad, fue identificado el mapuche asesinado por carabineros de acuerdo a la información proporcionada por el werken de la comunidad de Rankilko, Rodrigo Curipan, quien se encuentra en el lugar de los hechos. El comunero falleció esta tarde producto de un disparo de Fuerzas Especiales de Carabineros mientras participaba, junto a otros miembros de la comunidad Requem Pillan, de un proceso de recuperación de tierras en el fundo San Sebastián de propiedad de Sergio González Jarpa, en el sector de Bajo Malleco, en las cercanías de Collipulli.

Ya en la mañana de hoy el sitio canal de noticias de Angol informaba que carabineros, encabezados por el prefecto de Malleco, coronel Iván Bezmalinovic, y secundado por el comisario de Angol, mayor Walter Siefert, desarrollaban un operativo para desalojar a la comunidad que demanda tierras ancestrales.

El autor del disparo, de iniciales T.N.E., según reconoció Cristián Llévenes, general de la Novena Zona de Carabineros, es un funcionario policial proveniente de Santiago, quien arribó a la zona en marco del incremento de la dotación policial ordenada por el Ministerio del Interior. El alto oficial calificó como un acto de “defensa propia” el crimen del comunero, denunciando haber sido emboscados y atacados con escopetas de caza por los manifestantes. Sin embargo, según informó Radio Bío Bío, los integrantes de la comunidad se encontraban solo con boleadoras y palos haciendo frente al desalojo, información que reproduce también el periódico Azkintuwe.

Según el Subsecretario Rosende “el gobierno ha mantenido una política invariable de condena de hechos de violencia. Esa no es la forma en que se solucionarán las demandas de las comunidades mapuches, esto solo causa dolor y sufrimiento”. Y luego agregó que “Las fiscalías ya han instruido a las policías de investigaciones para que se realicen todas las pesquisas que correspondan para establecer por completo el contexto en que se produjeron estos hechos y las responsabilidades involucradas”.

El Observatorio Ciudadano, mediante comunicado público, declaró que “junto con lamentar profundamente estos hechos, condena con la mayor energía este nuevo episodio de uso de la fuerza por parte de agentes policiales del estado que resulta en la muerte de personas mapuche involucradas en la defensa de sus tierras”.

Aprovecha esta ocasión para reiterar su condena al uso de la violencia como mecanismo para abordar los conflictos interétnicos de larga data que existen en esta parte de Chile, en particular aquellos vinculados a la propiedad de la tierra. “Como lo hemos señalado reiteradamente, pensamos ella no es conducente para dar una solución a este conflicto, sino que generalmente revierte en aumento de la violencia y generando mayor tensión social”.

Finalmente, llama a las autoridades a desarrollar acciones urgentes con miras a establecer un diálogo efectivo con el pueblo mapuche en general y en particular con las comunidades actualmente involucradas en los conflictos por tierras, proceso que debiera estar inspirado en el respeto a la visión del otro, y orientarse por los lineamientos que sobre la materia han sido definidos por los instrumentos internacionales de derechos humanos que les conciernen y que han sido adoptados por Chile.

De acuerdo a informaciones recientes de Radio Bío Bío, un grupo cercano a los 30 comuneros acudieron a exigir el cuerpo del infortunado, quienes sin mediar diálogo alguno fueron fuertemente reprimidos con gases lacrimógenos y disparos de goma por parte de carabineros. Casi a la misma hora, en la ciudad de Temuco, se desarrollaba una velatón en Avenida Caupolican, que fue repelida por carabineros, deteniendo a las estudiantes mapuche Andrea y Genoveva Reuca.

Se informó también que el lonko Juan Carlos Curinao, de la comunidad Huañaco Mellao, resultado gravemente herido tras recibir disparos de perdigones mientras acudía a la zona donde fue ultimado el joven comunero para solidarizar.

Hasta ahora se desconoce dónde será trasladado el cuerpo, pero se presume que al igual que en el caso de Matías Catrileo, sería llevado al Servicio Médico Legal de Temuco.

Por Elías Paillan, miércoles 12 de agosto de 2009 ( texto extraido de observatorio ciudadano.http://www.observatorio.cl/noticias/jaime-facundo-mendoza-collio-de-24-anos-seria-mapuche-asesinado-por-carabineros/)


Leer más...

carta de Engels a Joseph Bloch

CARTAS ENGELS A JOSE BLOCH

EN KÖNIGSBERG

Londres, 21- [22] de setiembre de 1890.

....Según la concepción materialista de la historia, el factor que en última instancia determina la historia es la producción y la reproducción de la vida real. Ni Marx ni yo hemos afirmado nunca más que esto. Si alguien lo tergiversa diciendo que el factor económico es el único determinante, convertirá aquella tesis en una frase vacua, abstracta, absurda. La situación económica es la base, pero los diversos factores de la superestructura que sobre ella se levanta --las formas políticas de la lucha de clases y sus resultados, las Constituciones que, después de ganada una batalla, redacta la clase triunfante, etc., las formas jurídicas, e incluso los
reflejos de todas estas luchas reales en el cerebro de los participantes, las teorías políticas, jurídicas, filosóficas, las ideas religiosas y el desarrollo ulterior de éstas hasta convertirlas en un sistema de dogmas-- ejercen también su influencia sobre el curso de las luchas históricas y determinan, predominantemente en muchos casos, su forma. Es un juego mutuo de acciones y reacciones entre todos estos factores, en el que, a través de toda la muchedumbre infinita de casualidades (es decir, de cosas y acaecimientos cuya trabazón interna es tan remota o tan difícil de probar, que podemos considerarla como inexistente, no hacer caso de ella), acaba siempre imponiéndose como necesidad el movimiento económico. De otro modo, aplicar la teoría a una época histórica cualquiera sería más fácil que resolver una simple ecuación de primer grado.


Somos nosotros mismos quienes hacemos nuestra historia, pero la hacemos, en primer lugar con arreglo a premisas y condiciones muy concretas. Entre ellas, son las económicas las que deciden en última instancia. Pero también desempeñan su papel, aunque no sea decisivo, las condiciones políticas, y hasta la tradición, que merodea como un duende en las cabezas de los hombres. También el Estado prusiano ha nacido y se ha desarrollado por causas históricas, que son, en última instancia, causas económicas. Pero apenas podrá afirmarse, sin incurrir en pedantería, que de los muchos pequeños Estados del Norte de Alemania fuese precisamente Brandeburgo, por imperio de la necesidad económica, y no por la intervención de otros factores (y principalmente su complicación, mediante la posesión de Prusia, en los asuntos de Polonia, y a través de esto, en las relaciones políticas internacionales, que fueron también decisivas en la formación de la potencia dinástica austríaca), el destinado a convertirse en la gran potencia en que tomaron cuerpo las diferencias económicas, [515] lingüísticas, y desde la Reforma también las religiosas, entre el Norte y el Sur. Es difícil que se consiga explicar económicamente, sin caer en el ridículo, la existencia de cada pequeño Estado alemán del pasado y del presente o los orígenes de las permutaciones de consonantes en el alto alemán, que convierten en una línea de ruptura que corre a lo largo de Alemania la muralla geográfica formada por las montañas que se extienden de los Sudetes al Tauno.

En segundo lugar, la historia se hace de tal modo, que el resultado final siempre deriva de los conflictos entre muchas voluntades individuales, cada una de las cuales, a su vez, es lo que es por efecto de una multitud de condiciones especiales de vida; son, pues, innumerables fuerzas que se entrecruzan las unas con las otras, un grupo infinito de paralelogramos de fuerzas, de las que surge una resultante --el acontecimiento histórico--, que a su vez, puede considerarse producto de una fuerza única, que, como un todo, actúa sin conciencia y sin voluntad. Pues lo que uno quiere tropieza con la resistencia que le opone otro, y lo que resulta de todo ello es algo que nadie ha querido. De este modo, hasta aquí toda la historia ha discurrido a modo de un proceso natural y sometida también, sustancialmente, a las mismas leyes dinámicas. Pero del hecho de que las distintas voluntades individuales --cada una de las cuales apatece aquello a que le impulsa su constitución física y una serie de circunstancias externas, que son, en última instancia, circunstancias económicas (o las suyas propias personales o las generales de la sociedad)-- no alcancen lo que desean, sino que se fundan todas en una media total, en una resultante común, no debe inferirse que estas voluntades sean == 0. Por el contrario, todas contribuyen a la resultante y se hallan, por tanto, incluidas en ella.

Además, me permito rogarle que estudie usted esta teoría en las fuentes originales y no en obras de segunda mano; es, verdaderamente, mucho más fácil. Marx apenas ha escrito nada en que esta teoría no desempeñe su papel. Especialmente, "El 18 Brumario de Luis Bonaparte" es un magnífico ejemplo de aplicación de ella. También en "El Capital" se encuentran muchas referencias. En segundo término, me permito remitirle también a mis obras "La subversión de la ciencia por el señor E. Dühring" y "Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana" , en las que se contiene, a mi modo de ver, la exposición más detallada que existe del materialismo histórico.

El que los discípulos hagan a veces más hincapié del debido en el aspecto económico, es cosa de la que, en parte, tenemos la [516] culpa Marx y yo mismo. Frente a los adversarios, teníamos que subrayar este principio cardinal que se negaba, y no siempre disponíamos de tiempo, espacio y ocasión para dar la debida importancia a los demás factores que intervienen en el juego de las acciones y reacciones. Pero, tan pronto como se trataba de exponer una época histórica y, por tanto, de aplicar prácticamente el principio, cambiaba la cosa, y ya no había posibilidad de error. Desgraciadamente, ocurre con harta frecuencia que se cree haber entendido totalmente y que se puede manejar sin más una nueva teoría por el mero hecho de haberse asimilado, y no siempre exactamente, sus tesis fundamentales. De este reproche no se hallan exentos muchos de los nuevos «marxistas» y así se explican muchas de las cosas peregrinas que han aportado....

Se publica de acuerdo con

el texto de la revista

"Der Sozialistische Akademiker".

Traducido del alemán.



Leer más...

siguiendo con Mariategui




José Carlos Mariátegui

Las reivindicaciones feministas



Escrito: Redactado por José Carlos Mariátegui en 1924.
Publicado por vez primera: Mundial, 19 de diciembre de 1924, Lima - Perú. (Aparece en el tomo14, Temas de educación, de la colección "Obras Completas de J. C. Mariategui" de Biblioteca Amauta.)
Preparado para el Internet: Marxists Internet Archive, marzo de 2008.


Laten en el Perú las primeras inquietudes feministas. Existen algunas células, algunos núcleos de feminismo. Los propugnadores del nacionalismo a ultranza pensarían probablemente: he ahí otra idea exótica, otra idea forastera que se injerta en la mentalidad peruana.



Tranquilicemos un poco a esta gente aprensiva. No hay que ver en el feminismo una idea exotica, una idea extranjera. Hay que ver, simplemente, una idea humana. Una idea característica de una civilización, peculiar a una época. Y, por ende, una idea con derecho de ciudadanía en el Perú, como en cualquier otro segmento del mundo civilizado.

El feminismo no ha aparecido en el Perú artificial ni arbitrariamente. Ha aparecido como una consecuencia de las nuevas formas del trabajo intelectual y manual de la mujer. Las mujeres de real filiación feminista son las mujeres que trabajan, las mujeres que estudian. La idea feminista prospera entre las mujeres de oficio intelectual o de oficio manual: profesoras universitarias, obreras. Encuentra un ambiente propicio a su desarrollo en las aulas universitarias, que atraen cada vez más a las mujeres peruanas, y en los sindicatos obreros, en los cuales las mujeres de las fábricas se enrolan y organizan con los mismos derechos y los mismos deberes que los hombres. Aparte de este feminismo espontáneo y orgánico, que recluta sus adherentes entre las diversas categorías del trabajo femenino, existe aquí, como en otras partes, un feminismo de diletantes un poco pedante y otro poco mundane. Las feministas de este rango convierten el feminismo en un simple ejercicio literario, en un mero deporte de moda.

Nadie debe sorprenderse de que todas las mujeres no se reúnan en un movimiento feminista único. El feminismo tiene, necesariamente, varios colores, diversas tendencias. Se puede distinguir en el feminismo tres tendencias fundamentales, tres colores sustantivos: feminismo burgués, femininismo pequeño-burgués y feminismo proletario. Cada uno de estos feminismos formula sus reivindicaciones de una manera distinta. La mujer burguesa solidariza su feminismo con el interés de la clase conservadora. La mujer proletaria consustancia su feminismo con la fe de las multitudes revolucionarias en la sociedad futura. La lucha de clases –hecho histórico y no aserción teórica- se refleja en el plano feminista. Las mujeres, como los hombres, son reaccionarias, centristas o revolucionarias. No pueden, por consiguiente, combatir juntas la misma batalla. En el actual panorama humano, la clase diferencia a los individuos más que el sexo.

Pero esta pluralidad del feminismo no depende de la teoría en sí mismo. Depende. Más bien, de sus deformaciones practicas. El feminismo, como idea pura, es esencialmente revolucionario. El pensamiento y la actitud de las mujeres que se sientan al mismo tiempo feministas y conservadoras carecen, por tanto, de íntima coherencia. El conservatismo trabaja por mantener la organización tradicional de la sociedad. Esa organización niega a la mujer los derechos que la mujer quiere adquirir. Las feministas de la burguesía aceptan todas las consecuencias del orden vigente, menos las que se oponen a las reivindicaciones de la mujer. Sostienen tácitamente la tesis absurda de que la sola reforma que la sociedad necesita es la reforma feminista. La protesta de estas feministas contra el orden Viejo es demasiado exclusiva para ser válida.

Cierto que las raíces históricas del feminismo están en el espíritu liberal. La revolución francesa contuvo los primeros gérmenes del movimiento feminista. Por primera vez se planteó entonces, en terminus precisos, la cuestión de la emancipación de la mujer. Babeuf, el leader de la conjuración de los iguales, fue un assertor de las reivindicaciones feministas. Babeuf arengaba así a sus amigos: “no impongáis silencio a este sexo que no merece que se le desdeñe. Realzad más bien la más bella porción de vosotros mismos. Si no contáis para nada a las mujeres en vuestra república, haréis de ellas pequeñas amantes de la monarquía. Su influencia sera tal que ellas la restaurarán. Si, por el contrario, las contáis para algo, haréis de ellas Cornelias y Lucrecias. Ellas os darán Brutos, Gracos y Scevolas.” Polemizando con los anti-feministas, Babeuf hablaba de “este sexo que la tiranía de los hombres ha querido siempre anonadar, de este sexo que no ha sido inútil jamás en las revoluciones”. Mas la revolución francesa no quiso acordar a las mujeres la igualdad y la libertad propugnadas por estas voces jacobinas o igualitarias. Los Derechos del Hombre, como una vez he escrito, podían haberse llamado, más bien Derechos del Varón. La democracia burguesa ha sido una democracia exclusivamente masculina.

Nacido de la matriz liberal, el feminismo no ha podido ser actuado durante el proceso capitalista. Es ahora, cuando la trayectoria histórica de la democracia llega a su fin, que la mujer adquiere los derechos politicos y jurídicos del varón. Y es la revolución rusa la que ha concedido explícita y categóricamente a la mujer la igualdad y la libertad que hace más de un siglo reclamaban en vano de la revolución francesa Babeuf y los igualitarios.

Mas si la democracia burguesa no ha realizado el feminismo, ha creado involuntariamente las condiciones y las premisas morales y materiales de su realización. La ha valorizado como elemento productor, como factor económico, al hacer de su trabajo un uso cada día más extenso y más intenso. El trabajo muda radicalmente la metalidad y el espíritu femeninos. La mujer adquiere, en virtud del trabajo, una nueva noción de sí misma. Antiguamente, la sociedad destinaba a la mujer al matrimonio o a la barraganía. Presentemente, la destina, ante todo, al trabajo. Este hecho ha cambiado y ha elevado la posición de la mujer en la vida. Los que impugnan el feminismo y sus progresos con argumentos sentimentales o tradicionalistas pretenden que la mujer debe ser educada sólo para el hogar. Pero, prácticamente, esto quiere decir que la mujer debe ser educada sólo para funciones de hembra y de madre. La defensa de la poesía del hogar es, en realidad, una defensa de la servidumbre de la mujer. En vez de ennoblecer y dignificar el rol de la mujer, lo disminuye y lo rebaja. La mujer es algo más que una madre y que una hembra, así como el hombre es algo más que un macho.

El tipo de mujer que produzca una civilización nueva tiene que ser sustancialmente distinto del que ha formado la civilización que ahora declina. En un artículo sobre la mujer y la política, he examinado así algunos aspectos de este tema: “a los trovadores y a los enamorados de la frivolidad femenina no les falta razón para inquietarse. El tipo de mujer creado por un siglo de refinamiento capitalista está condenado a la decadencia y al tramonto. Un literato italiano, Pitigrillo, clasifica a este tipo de mujer contemporánea como un tipo de mamífero de lujo.

“Y bien, este mamífero de lujo se irá agotando poco a poco. A medida que el sistema colectivista reemplace al sistema individualista, decaerán el lujo y la elegancia femininas. La humanidad perderá algunos mamíferos de lujo; pero ganará muchas mujeres. Los trajes de la mujer del futuro serán menos caros y suntuosos; pero la condición de esa mujer será más digna. Y el eje de la vida femenina se desplazará de lo individual a lo social. La moda no consistirá ya en la imitación de una moderna Mme. Pompadour ataviada por Paquín. Consistirá, acaso, en la imitación de una Mme. Kollontay. Una mujer, en suma, costará menos, pero valdrá más.

El tema es muy vasto. Este breve artículo intenta únicamente constatar el carácter de las primeras manifestaciones del feminismo en el Perú y ensayar una interpretación muy sumaria y rápida de fisonomía y del espíritu del movimiento feminista mundial. A este movimiento no deben ni pueden sentirse extraños ni indiferentes los hombres sensibles a las grandes emociones de la época. La cuestión femenina es una parte de la cuestión humana. El feminismo me parece, además, un tema más interesante e histórico que la peluca. Mientras el feminismo es la categoría, la peluca es la anécdota.




Leer más...



La Reforma Universitaria, Ideología y Reivindicaciones
por José Carlos Mariátegui.


José Carlos Mariátegui

El movimiento estudiantil que se inició con la lucha de los estudiantes de Córdoba, por la reforma de la Universidad, señala el nacimiento de la nueva generación latinoamericana. La inteligente compilación de documentos de la reforma universitaria en la América Latina realizada por Gabriel del Mazo, cumpliendo un encargo de la Federación Universitaria de Buenos Aires, ofrece una serie de testimonios fehacientes de la unidad espiritual de este movimiento (20). El proceso de la agitación universitaria en la Argentina, el Uruguay, Chile, Perú, etc., acusa el mismo origen y el mismo impulso. La chispa de la agitación es casi siempre un incidente secundario; pero la fuerza que la propaga y la dirige viene de ese estado de ánimo, de esa corriente de ideas que se designa -no sin riesgo de equívoco- con el nombre de “nuevo espíritu”. Por esto, el anhelo de la reforma se presenta, con idénticos caracteres, en todas las universidades latinoamericanas. Los estudiantes de toda la América Latina, aunque movidos a la lucha por protestas peculiares de su propia vida, parecen hablar el mismo lenguaje.




De igual modo, este movimiento se presenta íntimamente conectado con la recia marejada posbélica. Las esperanzas mesiánicas, los sentimientos revolucionarios, las pasiones místicas propias de la posguerra, repercutían particularmente en la juventud universitaria de Latinoamérica. El concepto difuso y urgente de que el mundo entraba en un ciclo nuevo, despertaba en los jóvenes la ambición de cumplir una función heroica y de realizar una obra histórica. Y, como es natural, en la constatación de todos los vicios y fallas del régimen económico social vigente, la voluntad y el anhelo de renovación encontraban poderosos estímulos. La crisis mundial invitaba a los pueblos latinoamericanos, con insólito apremio, a revisar y resolver sus problemas de organización y crecimiento. Lógicamente, la nueva generación sentía estos problemas con una intensidad y un apasionamiento que las anteriores generaciones no habían conocido. Y mientras la actitud de las pasadas generaciones, como correspondía al ritmo de su época, había sido evolucionista -a veces con un evolucionismo completamente pasivo- la actitud de la nueva generación era espontáneamente revolucionaria.

La ideología del movimiento estudiantil careció, al principio, de homogeneidad y autonomía. Acusaba demasiado la influencia de la corriente wilsoniana. Las ilusiones demoliberales y pacifistas que la predicación de Wilson puso en boga en 1918-19 circulaban entre la juventud latinoamericana como buena moneda revolucionaria. Este fenómeno se explica perfectamente. También en Europa, no sólo las izquierdas burguesas sino los viejos partidos socialistas reformistas aceptaron como nuevas las ideas demoliberales elocuente y apostólicamente remozadas por el presidente norteamericano.

Únicamente a través de la colaboración cada día más estrecha con los sindicatos obreros, de la experiencia del combate contra las fuerzas conservadoras y de la crítica concreta de los intereses y principios en que se apoya el orden establecido, podían alcanzar las vanguardias universitarias una definida orientación ideológica.

Este es el concepto de los más autorizados portavoces de la nueva generación estudiantil, al juzgar los orígenes y las consecuencias de la lucha por la Reforma. Todos convienen en que este movimiento, que apenas ha formulado su programa, dista mucho de proponerse objetivos exclusivamente universitarios y en que, por su estrecha y creciente relación con el avance de las clases trabajadoras y con el abatimiento de viejos privilegios económicos, no puede ser entendido sino como uno de los aspectos de una profunda renovación latino-americana. Así Palcos, aceptando íntegramente las últimas consecuencias de la lucha empeñada, sostiene que “mientras subsista el actual régimen social, la Reforma no podrá tocar las raíces recónditas del problema educacional”. “Habrá llenado su objeto -agrega- si depura a las universidades de los malos profesores, que toman el cargo como un empleo burocrático; si permite -como sucede en otros países- que tengan acceso al profesorado todos los capaces de serlo, sin excluirlos por sus convicciones sociales, políticas o filosóficas; si neutraliza en parte, por lo menos, el chauvinismo y fomenta en los educandos el hábito de las investigaciones y el sentimiento de la propia responsabilidad. En el mejor de los casos, la Reforma rectamente entendida y aplicada, puede contribuir a evitar que la Universidad sea, como es en rigor en todos los países, como lo fue en la misma Rusia -país donde se daba, sin embargo, como en ninguna otra parte, una intelectualidad avanzada que en la hora de la acción saboteó escandalosamente a la revolución- una Bastilla de la reacción, esforzándose por ganar las alturas del siglo”1.

No coinciden rigurosamente -y esto es lógico-, las diversas interpretaciones del significado del movimiento. Pero, con excepción de las que proceden del sector reaccionario, interesado en limitar los alcances de la Reforma, localizándola en la universidad y la enseñanza, todas las que se inspiran sinceramente en sus verdaderos ideales, la definen como la afirmación del “espíritu nuevo”, entendido como espíritu revolucionario.

Desde sus puntos de vista filosóficos, Ripa Alberdi se inclinaba a considerar esta afirmación como una victoria del idealismo novecentista sobre el positivismo del siglo XIX. “El renacimiento del espíritu argentino -decía- se opera por virtud de las jóvenes generaciones, que al cruzar por los campos de la filosofía contemporánea han sentido aletear en su frente el ala de la libertad”. Mas el propio Ripa Alberdi se daba cuenta de que el objeto de la reforma era capacitar a la Universidad para el cumplimiento de “esa función social que es la razón misma de su existencia”2

Julio V. González, que ha reunido en dos volúmenes sus escritos de la campaña universitaria, arriba a conclusiones más precisas: “La Reforma Universitaria -escribe- acusa el aparecer de una nueva generación que llega desvinculada de la anterior, que trae sensibilidad distinta e ideales propios y una misión diversa para cumplir. No es aquella un hecho simple o aislado, si los hay; está vinculada en razón de causa a efecto con los últimos acontecimientos de que fuera teatro nuestro país, como consecuencia de los producidos en el mundo. Significaría incurrir en una apreciación errónea hasta lo absurdo, considerar a la Reforma Universitaria como un problema de aulas y, aún así, radicar toda su importancia en los efectos que pudiera surtir exclusivamente en los círculos de cultura. Error semejante llevaría sin remedio a una solución del problema que no consultaría la realidad en que él está planteado. Digámoslo claramente entonces: la Reforma Universitaria es parte de una cuestión que el desarrollo material y moral de nuestra sociedad ha impuesto a raíz de la crisis producida por la guerra”3. González señala en seguida la guerra europea, la revolución rusa y el advenimiento del radicalismo al poder como los factores decisivos de la Reforma en la Argentina.

José Luis Lanuza indica otro factor: la evolución de la clase media. La mayoría de los estudiantes pertenecen a esta clase en todas sus gradaciones. Y bien. Una de las consecuencias sociales y económicas de la guerra es la proletarización de la clase media. Lanuza sostiene la siguiente tesis: “Un movimiento colectivo estudiantil de tan vastas proyecciones sociales como la Reforma Universitaria no hubiera podido estallar antes de la guerra europea. Se sentía la necesidad de renovar los métodos de estudio y se ponía de manifiesto el atraso de la Universidad respecto a las corrientes contemporáneas del pensamiento universal desde la época de Alberdi, en la que empieza a desarrollarse nuestra industria embrionaria. Pero entonces la clase media universitaria se mantenía tranquila con sus títulos de privilegio. Des¬¬gra- ¬¬ciadamente para ella, esta holgura disminuye a medida que crece la gran industria, se acelera la diferenciación de las clases y sobreviene la proletarización de los intelectuales. Los maestros, los periodistas y empleados de comercio se organizan gremialmente. Los estudiantes no podían escapar al movimiento general”4.

Mariano Hurtado de Mendoza coincide sustancialmente, con las observaciones de Lanuza. “La Reforma Universitaria -escribe-, es antes que nada y por sobre todo, un fenómeno social que resulta de otro más general y extenso, producido a consecuencia del grado de desarrollo económico de nuestra sociedad. Fuera entonces error estudiarla únicamente bajo la faz universitaria, como problema de renovación del gobierno de la Universidad, o bajo la faz pedagógica, como ensayo de aplicación de nuevos métodos de investigación en la adquisición de la cultura. Incurriríamos también en error si la consideráramos, como el resultado exclusivo de una corriente de ideas nuevas provocadas por la gran guerra y por la revolución rusa, o como la obra de la nueva generación que aparece y llega desvinculada de la anterior, que trae sensibilidad distinta e ideales propios y una misión diversa por cumplir”. Y, precisando su concepto, agrega más adelante: “La Reforma Universitaria no es más que una consecuencia del fenómeno general de proletarización de la clase media que forzosamente ocurre cuando una sociedad capitalista llega a determinadas condiciones de su desarrollo económico. Significa esto que en nuestra sociedad se está produciendo el fenómeno de proletarización de la clase media y que la Universidad, poblada en su casi totalidad por ésta, ha sido la primera en sufrir sus efectos, porque era el tipo ideal de institución capitalista”5.

Es, en todo caso, un hecho uniformemente observado la formación, al calor de la Reforma, de núcleos de estudiantes que, en estrecha solidaridad con el proletariado, se han entregado a la difusión de avanzadas ideas sociales y al estudio de las teorías marxistas. El surgimiento de las universidades populares, concebidas con un criterio bien diverso del que inspiraba en otros tiempos tímidos tanteos de extensión universitaria, se ha efectuado en toda la América Latina en visible concomitancia con el movimiento estudiantil. De la Universidad han salido, en todos los países latinoamericanos, grupos de estudiosos de economía y sociología que han puesto sus conocimientos al servicio del proletariado, dotando a éste, en algunos países, de una dirección intelectual de que antes había generalmente carecido. Finalmente, los propagandistas y fautores más entusiastas de la unidad política de la América Latina son, en gran parte, los antiguos líderes de la Reforma Universitaria que conservan así su vinculación continental, otro de los signos de la realidad de la “nueva generación”.

Cuando se confronta este fenómeno con el de las universidades de la China y del Japón, se comprueba su rigurosa justificación histórica. En el Japón, la Universidad ha sido la primera cátedra de socialismo. En la China, por razones obvias, ha tenido una función todavía más activa en la formación de una nueva conciencia nacional. Los estudiantes chinos componen la vanguardia del movimiento nacionalista revolucionario que, dando a la inmensa nación asiática una nueva alma y una nueva organización, le asigna una influencia considerable en los destinos del mundo. En este punto se muestran concordes los observadores occidentales de más reconocida autoridad intelectual.

Pero no me propongo aquí, el estudio de todas las consecuencias y relaciones de la Reforma Universitaria con los grandes problemas de la evolución política de la América Latina. Constatada la solidaridad del movimiento estudiantil con el movimiento histórico general de estos pueblos, tratemos de examinar y definir sus rasgos propios y específicos.

¿Cuáles son las proposiciones o postulados fundamentales de la Reforma?

El Congreso Internacional de Estudiantes de México de 1921 propugnó: 1º la participación de los estudiantes en el gobierno de las universidades; 2º la implantación de la docencia libre y la asistencia libre. Los estudiantes de Chile declararon su adhesión a los siguientes principios: 1º autonomía de la Universidad, entendida como institución de los alumnos, profesores y diplomados; 2º reforma del sistema docente, mediante el establecimiento de la docencia libre y, por consiguiente, de la asistencia libre de los alumnos a las cátedras, de suerte que en caso de enseñar dos maestros una misma materia la preferencia del alumnado consagre libremente la excelencia del mejor; 3º revisión de los métodos y del contenido de los estudios; y 4º extensión universitaria, actuada como medio de vinculación efectiva de la Universidad con la vida social. Los estudiantes de Cuba concretaron en 1923 sus reivindicaciones en esta fórmula: a) una verdadera democracia universitaria; b) una verdadera renovación pedagógica y científica; c) una verdadera popularización de la enseñanza. Los estudiantes de Colombia reclamaron, en su programa de 1924, la organización de la Universidad sobre bases de independencia, de participación de los estudiantes en su gobierno y de nuevos métodos de trabajo. “Que al lado de la cátedra -dice ese programa-funcione el seminario, se abran cursos especiales, se creen revistas. Que al lado del maestro titular haya profesores agregados y que la carrera del magisterio exista sobre bases que aseguren su porvenir y den acceso a cuantos sean dignos de tener una silla en la Universidad”. Los estudiantes de vanguardia de la Universidad de Lima, leales a los principios proclamados en 19l9 y 1923, sostuvieron en 1926 las siguientes plataformas: defensa de la autonomía de las universidades; participación de los estudiantes en la dirección y orientación de sus respectivas universidades o escuelas especiales; derecho de voto por los estudiantes en la elección de rectores de las universidades; renovación de los métodos pedagógicos; voto de honor de los estudiantes en la provisión de las cátedras; incorporación a la universidad de los valores extrauniversitarios; socialización de la cultura: universidades populares, etc. Los principios sostenidos por los estudiantes argentinos son, probablemente, más conocidos, por su extensa influencia en el movimiento estudiantil de América desde su primera enunciación en la Universidad de Córdoba. Prácticamente, además, son a grandes rasgos los mismos que proclaman los estudiantes de las demás universidades latinoamericanas.

Resulta de esta rápida revisión que como postulados cardinales de la Reforma Universitaria puede considerarse: primero, la intervención de los alumnos en el gobierno de las universidades y segundo, el funcionamiento de cátedras libres, al lado de las oficiales, con idénticos derechos, a cargo de enseñantes de acreditada capacidad en la materia.

El sentido y el origen de estas dos reivindicaciones nos ayudan a esclarecer la significación de la Reforma.



Leer más...

LA "EXEPCION" CHILENA. UNA CONTRARREVOLUCION NEOLIBERAL MADURA.



La“excepción” chilena.
Una contrarrevolución neoliberal madura1.

Rafael Agacino*

A André Gunder Frank,
compañero de luchas, militante del futuro.



En Chile la deuda externa no ha sido un problema central desde 1985-86; no lo es ahora ni
lo será en el futuro inmediato. La deuda externa a mediados de los ochenta, el peor momento para la economía chilena, se empinó sobre el 110% del PIB, alcanzó más de cinco veces las exportaciones y las reservas internacionales a penas alcanzaban para cubrir el 8% de lo adeudado. En la actualidad, si bien la deuda se ha más que duplicado (de US$ 20 mil millones a US$ 44 mil millones), sólo representa el 48% del PIB, poco menos del doble de las exportaciones y las reservas internacionales en dólares cubren el 35% de la deuda total. Y para el futuro inmediato, dado que la economía viene recuperándose con fuerza de un ciclo de ralentización que la mantuvo con un crecimiento bajo (3,1% medio anual del PIB entre 1998 y 2004), una tasa de inflación baja y controlada (1% el 2004), un precio del cobre en alza (sobre US$ 1,2 la libra durante el 2004) y un tipo de cambio levemente depreciado pero estable, no se vislumbran problemas de asfixia financiera ninguna.

Considerando los últimos quince años esta situación contrasta con la trayectoria seguida por las economías latinoamericanas. Pero ¿cómo ha sido posible este cambio tan radical si el modelo económico vigente es el mismo que amplificó la crisis de la deuda externa de inicios de los años ochenta?La razón es tan simple como compleja. La potencia del modelo chileno y su excepcionalidad, en gran medida sólo puede explicarse a partir de un hecho político clave:
la emergencia de una franja de las clases dominantes con visión estratégica que, frente a la crisis de los ochenta, logró anteponer a los intereses fraccionales el interés del “capital en general”.



Luego de la conspiración contra Allende (1973), la primera prueba de esta franja fue imponer, aún con la oposición del desarrollismo nacionalista burgués, el proyecto neoliberal como programa de estratégico de la contrarrevolución (1975-1982), y mas tarde, durante la propia crisis (1982-1983) y años siguientes (1984-1989), aplicar los ajustes exigidos por el FMI y desarrollar completamente el programa de reformas estructurales del Banco Mundial, aún a costa de la burguesía media y pequeña.


Durante la crisis de la deuda (1982-1983), los chicago boys trastabillaron pero prontamenterecuperaron su lugar. Desde la perspectiva técnica, operaron en dos direcciones con efectos de corto y largo plazo. En lo inmediato, se devaluó la moneda nacional, se disminuyó el gasto público y redujo abruptamente los salarios reales cerrando la brecha externa a pie forzado en menos de tres años. En lo mediato, se abrió un espacio de negociación de la deuda externa, primero, transformando toda la deuda privada en deuda pública, y segundo, ofreciendo un mecanismo de “capitalización” cuya lógica fue pagar (recomprar los “pagaré de la deuda”) con activos productivos estatales lo cual implicó una segunda oleada masiva de privatizaciones (la primera había sido la devolución de las firmas estatizadas por Allende), esta vez dirigida a capitales trasnacionales.
La política de shock dio resultado prontamente: a partir de 1984 la economía recuperaría su senda de crecimiento y no se detendría hasta 15 años después (1999). Paralelamente las reformas estructurales continuarían aplicándose, primero, por la dictadura, y luego, a partir de los años noventa, después de la transición a la democracia, por los gobiernos civiles, incluida la izquierda reconvertida.
Lo notable de este proceso, en especial aquél que se desencadena con posterioridad a la crisis de la deuda, es que el bloque en el poder supo equilibrar los intereses parciales de las fracciones del gran capital con los “intereses generales” que, para los neoliberales criollos, se resumían en los fundamentos doctrinarios del modelo. Naturalmente, esta reestructuración implicó también una derrota estratégica del movimiento de trabajadores y popular y del conjunto de la izquierda.

Por ello, a pesar que la receta de shock del FMI y ajustes estructurales del BM se aplicó en todos los países de la región, sólo en Chile resultó efectiva. Aquí no hubo “sálvese quien pueda” sino un proceso suficientemente ordenado de reestructuración capitalista que permitió superar la crisis, sostener el modelo y prolongarlo hasta hoy.
El ajuste fue tan radical y las reformas tan profundas que los efectos de largo plazo se dejan sentir hasta hoy cuando seguimos viviendo bajo el mismo modelo. A mediados de los ochenta el balance del éxito era: la mitad o mas de la población en condiciones de pobreza; mas de un cuarto de la fuerza de trabajo desempleada y un deterioro estructural de las condiciones de trabajo que generalizaría lo que en los años noventa se conocería como “empleo precario”. A fines de la misma década, se terminaba con una desnacionalización de la mayor parte de las empresas de utilidad pública y productivas (agua, gas, electricidad, teléfonos, etc.) traspasadas a las trasnacionales y con una reorientación definitiva de la inversión y producción hacía la explotación de recursos naturales y los mercados externos. Se consolidarían las reformas estructurales extendiendo la privatización de la salud, la educación y la previsión y formalizando la desregulación de los mercados, en especial el mercado de trabajo.

Así, a fines de los años ochenta, el Estado desarrollista y de compromiso, nacido en la década de los treinta y confirmado por el estructuralismo cepaliano de los cincuenta, recibía su tiro de gracia definitivo(2)

Chile fue el primer país del sur que implementó esta re-estructuración capitalista de largo plazo. Y lo logró completamente. Lo hizo combinando lo que ninguno de los países del cono sur lograría: dictadura en lo político, apertura y libertad de mercado en lo económico,“fascismo de mercado” como lo bautizó el nobel de economía Paul Samuelson.

En los años noventa, cuando los sectores civiles antidictatoriales acceden al gobierno,dando paso a la “transición a la democracia”, madurará un ciclo expansivo cuya base será precisamente la reestructuración capitalista antes enunciada. Sin embargo, esta vez desde fuera del gobierno pero con un entramado institucional y de poder económico sin precedentes, los inspiradores de la contrarrevolución neoliberal se mantendrán vigilantes y constituirán una “fuerza de facto” que definirá las reglas de la política económica de corto y mediano plazo.

Entre 1990 y 1997 el PIB crece a una tasa media del 7,6% por año, la tasa de desempleo media anual se reduce al 7,1%, la inflación promedio al 13% por año, las exportaciones en valor prácticamente se triplican y la inversión extranjera se multiplica por siete en relación al periodo 1982-1989. La deuda externa, unos US$18,5 mil millones que en 1988 representaban casi el 72% del producto de ese año, en 1997, si bien había aumentado a US$29 mil millones, ya solo representaba el 35% del PIB respectivo. Es el boom del modelo económico chileno, el momento en que se habla que la tasa de desocupación se acerca a la “tasa natural de desempleo” por lo cual habrá que importar peruanos, argentinos, ecuatorianos; es el momento en que el “modelo chileno” se exportaba masivamente al mundo pues mostraba que el neoliberalismo no era incompatible con la democracia y erauna estrategia válida para avanzar al desarrollo.

Entre los años 1997 a 2003, si bien el modelo atravesó por un período de ralentización del
crecimiento y de incapacidad estructural para generar empleos, hechos que reflejan unagotamiento de las fuentes de acumulación, de todas formas no ha entrado en períodos de crisis financieras como Perú, Ecuador, Bolivia, Argentina y otros países de América latina.

La razón principal estriba en que todas las reformas y todos los costos sociales que ésta implicaban ya se habían realizado y absorbido una década y media atrás, en condiciones de dictadura. Y no es lo mismo iniciar privatizaciones o reducir estructuralmente el tamaño del estado y el gasto público e incluso devaluar la moneda interna, cuando existen sectores sociales que pueden resistir en condiciones de libertad y democracia, por muy precarias que sean éstas, que hacerlo bajo contextos dictatoriales. Así ocurrió en el Perú de Fujimori y de Toledo, en el Ecuador de Bucarán y Gutiérrez, en la Bolivia de Sánchez de Lozada y en la Argentina de Menem y De la Rúa. En todos éstos países la contrarrevolución neoliberal,

expresada en los ajustes de corto plazo tipo FMI y estructurales tipo BM, fue mucho más tardía y no es comparable con el caso chileno dónde esta fue más temprana y realizada bajo dictadura.
Desde otra perspectiva, la contrarrevolución neoliberal chilena, la más exitosa en América Latina, permite anticipar los problemas estructurales que resultan de su aplicación completa. En Chile, la tremenda desigualdad del ingreso, la concentración de la riqueza, la sobre explotación de la fuerza de trabajo y los recursos naturales, la precariedad del empleo y el desempleo estructural resultan del propio crecimiento y acumulación capitalistas y no del estancamiento o el bajo crecimiento. En realidad, éstas características estructurales, incluida una reducción de la pobreza cuya perdurabilidad nadie asegura por la precariedad del empleo, han sido las condiciones para el logro del crecimiento acelerado3. En el largo plazo y más allá de los ciclos cortos, la contra revolución neoliberal chilena muestra como la racionalidad neoliberal avanza agotando y destruyendo sus propias fuentes de crecimiento: el trabajo y los recursos naturales.

Rafael Agacino
gmss@terra.cl.
Santiago de Chile, 27 de abril de 2005.
.


1 Publicado en alemán bajo el título: Die chilenische Ausnahme. Porträt einer ausgereiften neoliberalen
Konterrevolution, ILA, Zeitschrift der Informationsstelle Lateinamerika, Nr. 285, Mai 2005, Bonn.
* Profesor Universidad ARCIS.

2 Una discusión detallada sobre los patrones de acumulación desarrollista y neoliberal se encuentra en Rafael
Agacino, Acumulación, distribución y consensos, PET, Revista de Economía y Trabajo, año II, Nro. 4,
Santiago, 1994. Hay versión electrónica en REDEM: www.redem.buap.mx.

3 Véase Rafael Agacino, Chile: Thirty Years After the Coup. Chiaroscuro, Illusions and Cracks in a Mature
Counterrevolution, Latin American Perspectives, Issue 132, Vol. 30, nro. 5, California, september 2003. Este
trabajo amplia y actualiza los problemas anticipados en Rafael Agacino: Cinco Ecuaciones ‘Virtuosas’ del
Modelo Económico Chileno y Orientaciones para una Nueva Política Económica, Revista Problemas del
Desarrollo, Nº112, enero de 1998, UNAM, México DF. Versión electrónica disponible en REDEM.
www.redem.buap.mx



Leer más...

¿Què pensò Marx sobre Amèrica Latina?


¿Qué pensó Marx sobre América Latina?

Nestor Kohan


Un libro reciente del mexicano Arturo Chavola comenta las ideas de Marx y los marxistas sobre Latinoamérica. Néstor Kohan hace aquí una lectura crítica de sus tesis; le objeta, sobre todo, no tener en cuenta las revisiones que el Marx maduro hizo a sus análisis de juentud.

Ante su muerte, José Martí escribió: "Ved esta gran sala. Karl Marx ha muerto. Como se puso del lado de los débiles merece honor". Así le rendía tributo, sin ser marxista, una de las máximas plumas de América latina al fundador del socialismo revolucionario.

No fue la única vez que el pensamiento insumiso se entrecruzó en América con la llama libertaria inaugurada por Marx. Durante los años 20, el peruano José Carlos Mariátegui se animó a recuperar el "comunismo incaico" como antecedente de las luchas socialistas. Treinta años más tarde, Fidel Castro identificó a Martí como "el autor intelectual" de la toma del cuartel Moncada que inicia la revolución cubana. Ernesto Che Guevara, estudiando con sus combatientes en Bolivia, leyó a Lenin entremezclado con las historias de Juana Azurduy. En los 70, sus discípulos más radicales de la insurgencia argentina eligieron la bandera del Ejército de los Andes de San Martín para representar su ideología guevarista. Inscribiéndose en esa dilatada herencia, Hugo Chávez desafía hoy a los EE.UU. reivindicando a Marx, Lenin, Trotsky, Mao, el Che y Rosa Luxemburgo abrazado a Simón Bolívar.

¿Cómo entender ese sincretismo latinoamericano, donde el judío alemán Karl Marx se viste de indígena, negro, mulato, cristiano revolucionario, campesino sin tierra o piquetero? ¿Es el marxismo parte central de la cultura de la rebelión latinoamericana o es una "ideología foránea", como acostumbraban vociferar los genocidas militares de 1976?

A diferencia de los primeros inmigrantes europeos, que a fines del siglo XIX tradujeron y divulgaron algunas obras de Marx y Engels, los primeros marxistas latinoamericanos utilizaron sus categorías de un modo creador. Tenía razón el investigador italiano Antonio Melis cuando caracterizó a Mariátegui como "el primer marxista de América". El peruano no sólo citó a Marx. Apeló a su pensamiento para dilucidar el problema indígena, articulando la lucha anticapitalista, el antiimperialismo y el socialismo.

Enfrentando tanto el populismo nacionalista de Víctor Raúl Haya de la Torre como el incipiente stalinismo de Victorio Codovilla, Mariátegui inauguró el marxismo latinoamericano. Tradición que, hasta hoy, se opone a los esquemas eurocéntricos y a los simulacros populistas que terminan reclamando, en nombre del "movimiento nacional", el apoyo de los trabajadores a fracciones de empresarios y banqueros.

Entre los fundadores, Mariátegui es el más radical, original y audaz para descifrar incógnitas que Marx no había conocido. Pero no estuvo solo. En sus polémicas contra Haya de la Torre, Mariátegui estuvo acompañado por el joven marxista cubano Julio Antonio Mella. A ese brillante binomio podrían quizás agregarse otros dos nombres: el argentino Aníbal Norberto Ponce y el chileno Luis Emilio Recabarren.




A este gran elenco le sucedió, durante 30 años, el eco de los esquemas mediocres implantados por Stalin en la Unión Soviética, donde Marx no era más que una caricatura. Recién con la revolución cubana y la hegemonía de Fidel Castro y el Che Guevara, el marxismo de este continente podrá sacudirse el polvo burocrático y dogmático de las Academias de Ciencias de la URSS. No es casual que en los 60 la revolución cubana recuperara el marxismo revolucionario de los 20 (antiimperialista y anticapitalista) y los escritos menos transitados de Marx. En especial, los artículos, cartas y manuscritos tardíos donde estudia el colonialismo y las sociedades periféricas y dependientes, revisando y superando las limitaciones eurocéntricas de juventud.

Sobre este horizonte se inscriben investigaciones posteriores como El marxismo en América latina (1980) de Michael Löwy; Marx y América latina (1980) de José Aricó; Una lectura latinoamericana de "El Capital" de Marx (1988) de Alberto Parisi; El último Marx y la liberación latinoamericana (1990) de Enrique Dussel y De Marx al marxismo en América latina (1999) de Adolfo Sánchez Vázquez, entre otros.

Más allá de los matices, estas obras coinciden en que, en su madurez, Marx revisa sus puntos de vista frente al problema del colonialismo, el mundo periférico y los pueblos sometidos a la dominación capitalista. Y llega a dos conclusiones. Primero, no hay "progreso" para los pueblos sojuzgados mientras sigan bajo la bota imperial. Inglaterra no sólo no hizo avanzar a la India colonial —como ingenuamente había esperado el joven Marx—: la hizo retroceder. Segundo, la historia no tiene un recorrido evolutivo por etapas. No hay un centro único (Europa occidental), del cual se irradiarían, escalón por escalón, sin saltarse ninguno, las diversas etapas del desarrollo histórico para todo el orbe.

Estas dos conclusiones del Marx tardío son dinamita. Lo obligaron a repensar toda su concepción histórica y política. Están presentes, por ejemplo, en su correspondencia con Vera Zasulich y en otros escritos análogos.

Apologista del imperio?

Para los estudiosos serios constatar ese cambio de paradigma en los escritos de madurez ya constituye un lugar consensuado. Existe suficiente documentación empírica que lo prueba. Pero, a la hora de discutir a Marx, suele pasarse por alto el estudio riguroso de los documentos que hoy están al alcance de cualquier investigador. Marx sigue despertando pasiones encendidas. No es malo, siempre y cuando el ardor del corazón no nuble la vista. Tal es el caso de algunos ensayistas que, todavía hoy, se dejan llevar por su arrebato polémico.

Por ejemplo, José Pablo Feinmann, en su libro Filosofía y Nación (escrito en plena euforia del populismo nacionalista entre 1970 y 1975, publicado en 1982 y reeditado en 1996) afirma con liviandad que Marx es "un pensador del imperio británico", un ingenuo apologista de la dominación colonial sobre los pueblos sometidos. Una lógica discursiva que comparte —pese a sus intenciones opuestas— el hoy neoliberal Juan José Sebreli, quien en El asedio a la modernidad (1992) caracteriza a Marx como un vulgar entusiasta de la expansión imperial. Algo que a Sebreli le servía, en los 90, para barnizar con jerga "filosófica" su apoyo a la derecha argentina y a las privatizaciones de la era menemista.

Mucho más exquisito pero no menos superficial, Toni Negri en su celebrado Imperio (2000) termina aplaudiendo los escritos de Marx de 1853 sobre la dominación británica en la India. Le sirven para legitimar su actual apología de la globalización del capital, su defensa de la constitución europea, etcétera. Ni siquiera menciona la revisión que el propio Marx realizara al final de su vida de aquellos textos.

Sea para rechazarlo, "defenderlo" o manipularlo, en estos casos se toma como axioma que Marx es un pensador eurocéntrico, modernista e ilustrado, y se dejan de lado sus incisivos textos tardíos, donde esa perspectiva es agudamente criticada.

Después de todos ellos, ahora un académico mexicano se suma al coro de quienes quieren ver en Marx un acrítico partidario de la expansión imperial. Es el profesor Arturo Chavola, director del Instituto de Estética de la Universidad de Guadalajara, autor de La imagen de América en el marxismo (Prometeo, 2005).

El libro de Chavola resulta un típico producto académico de esta época, donde el rechazo del marxismo se encubre con una terminología en apariencia neutral. Aunque su autor no lo aclara, está escrito para rendir examen en la Academia francesa. Esto tiñe muchas de sus conclusiones, de mal disimulada antipatía por el marxismo. Toda la bibliografía se cita en francés, aun cuando el idioma de Marx es el alemán y el del autor, el castellano. Hasta se citan en francés libros que sólo han sido editados en la Argentina o México, como los de Pasado y Presente.

Como Feinmann, Sebreli o Negri, Chavola insiste con que Marx es un europeo que aplaude la dominación de las colonias y no entiende nada de los pueblos oprimidos. Pero mucha agua ha corrido bajo el puente. Al menos este profesor mexicano no desconoce algunos escritos tardíos de Marx. Sólo que en lugar de registrar el notable cambio de mirada del último Marx, ve en ellos la confirmación de los textos juveniles. Desconociendo la revisión que Marx emprende a partir de la creación de la Asociación Internacional de los Trabajadores (AIT), Chavola vuelve a dibujar un Marx iluminista, determinista, eurocéntrico y apologista de la burguesía europea. Y decreta cómodamente la inutilidad del marxismo para América latina.

No conforme con esto, condena en forma tajante el "desarrollo nefasto" (sic) que produjo el marxismo en América. Lo curioso es que el autor reconoce explícitamente "no haber estudiado" las opiniones marxistas que han defendido las culturas latinoamericanas ni los documentos de la Internacional Comunista y sus repercusiones en este continente. ¿La ignorancia otorga derecho?

Es incuestionable que el debate sobre la herencia de Marx no está saldado en América latina. Contribuyeron a que ahora haya resurgido el interés, entre otros, el Movimiento Sin Tierra, la teología de la liberación, el zapatismo, las rebeliones contra el neoliberalismo y los foros sociales mundiales. Superadas las secuelas que produjo la derrota de la revolución sandinista en los 90, la discusión sobre Marx ha regresado al centro de la escena. ¿Cómo será el marxismo del siglo XXI? Este interrogante y sus desafíos siguen abiertos. Es muy probable que la respuesta no venga de los papers académicos.

N. Kohan es autor de Marx en su (Tercer) mundo y El Capital: Historia y método.






Leer más...